Hoy en día, son muchos los niños con algún problema de discapacidad que se encuentran en zonas especializadas en las que por barreras sociales, culturales, económicas, etc. no pueden participar en el ámbito escolar normal ni participar en sus actividades. Pondremos un ejemplo:
Jorge es un niño con síndrome de Down y sus padres deciden que lo mejor será llevarlo a un colegio especializado, ya que creen que ahí podrán atenderlo mejor que en el colegio donde va su hermano. Pero ellos, no se dan cuenta de que ésto ocasiona una exclusión hacia él, ya que Jorge se encuentra en un entorno en el que se ve discapacitado, limitado, para realizar o participar en actividades como los demás niños, y, esto mismo, hace que “reaparezca” esa discapacidad y caiga en “desánimo”.
“La plena inclusión (“full inclusión”), no crea estos problemas, sino que muestra donde están los problemas. Los alumnos que se sitúan en los límites de este sistema, nos hacen dolorosamente partícipes de lo limitado y constreñido de estos. La plena inclusión no hace sino revelarnos la manera en la cual el sistema educativo debe crecer y mejorar para dar adecuada respuesta a las necesidades de tales alumnos”
Jorge, como muchos niños, ha pasado por esta exclusión de la sociedad, por ello, debemos organizar una estructura educativa capaz de enseñar un alto nivel intelectual en las clases que son heterogéneo desde cualquier punto de vista, ya sea racial, académico, social o lingüístico. Así como informarnos bien sobre este tema, para “absorber cantidad de conocimientos y experiencias para hacer posible esta escolarización de la diversidad.
Claro está, que esto no será fácil, pero si realizamos una presión para que exista más y mejor apoyo, los cambios pueden llegar a ser exitosos. Así también, debemos presionar a toda la comunidad educativa y al gobierno de los centros escolares para que este cambio sea posible.
Si lo conseguimos, llegaremos a reconocer que todos los alumnos nos pueden aportar algo y a vencer nuestros prejuicios hacia determinado alumno o alumna. Todo ello se podrá realizar si conseguimos vivir en una sociedad incluyente.
A mi parecer, no será nada fácil conseguir este cambio, pero, como dicen, ¡nada es imposible!
Aún recuerdo a principio de curso las palabras de una amiga mía, “para mí, las personas más importantes en este mundo son los maestros y los médicos”. Y es que, los maestros, somos los que formamos a las personas, no debemos de dejar que ocurran estas exclusiones, así como no dejar que ocurran otros acontecimientos que ocurren en la actualidad en las escuelas. Debemos investigar sobre los problemas e intentar buscar soluciones.
Esta historia me ha hecho darme cuenta de lo importante que es vivir en sociedad y sentirte igual a los demás, ya que es en esa situación donde progresar como persona.
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